Por Daniela Castaño
Dirección y dramaturgia de Daniel Baena Durán, 2020
Daniel Baena Durán, Maestro en arte dramático de la Universidad de Antioquia y autor del libro Étienne Decroux, un maestro oculto, publicado por Fallidos editores, se debuta como director y dramaturgo en Casa Arte, con el grupo de actores y actrices de los Pantolocos del cual hace parte, con una obra de navidad especial para la temporada.
El pasado 20 de diciembre de 2020 me dirigí al teatro Casa Arte, en el corregimiento de Altavista, era la primera vez en nueve meses que asistía a una obra de teatro presencial, de entrada, suspendí el juicio estético, decidí entregarme a la obra con la sed de habitar en un desierto, en efecto, estoy profundamente agradecida por aquella experiencia estética y siento admiración por su reto de “abrir un teatro cuando algunos están cerrando” Palabras del director de la obra.
Lo escrito a continuación es un breve análisis de la dramaturgia a partir de la poética de Aristóteles, es una apreciación que, se distancia de ser una crítica teatral dado a que, no se aborda los elementos de la técnica de actuación del clown, mimo, la pantomima y los planteamientos de Decroux, para interpretar la dramaturgia corporal, otro característica importante para la construcción de una crítica en especial para esta obra.
Dirección y Dramaturgia
Daniel Baena Durán
Dirección de Música y Asistencia
Juan Fernando Muñoz Uribe
Músicos
Ana María Muñoz Uribe
Danny Fabian Muñoz Uribe
Juan Fernando Muñoz Uribe
Daniel Baena Durán
Elenco Actoral
Wiston Ceballos Palacios
Camilo Baena Durán
Paola Andrea Aristizábal Gómez
Yureidy Andrade Bonilla
Maquillaje Los Pantolocos
Asistencia Maquillaje
Sara Quintero Vargas
Luces y sonido
Majo Mejía
Asistencia
Alexis Andrade Bonilla
Equipo Logístico
Valentina
Liseth
Sebastian
Catalina
Tatiana Muñoz
Valeria Barberi
Fotografía
Walter Quinchía
Z studio
Dirección de fotografía
Juan Carlos Ruiz
Duración: 1: 15 minutos.
Música: Noche de paz, el tamborilero, Nana nanita nana, Campana sobre campana, juguete viejo, ven a mi casa esta navidad, feliz navidad, jingle bells.
“Es 1998 en algún lugar de este mundo, el júbilo de la navidad esta por empezar, los cuidados preparan sus banquetes para celebrar la nochebuena de la navidad. Otros ciudadanos, olvidados por el trasegar, recorren las calles noche tras noche entre canecas y botes. Son 3 vagabundos de la villa de Pazzolina que habitan su suelo. Una mágica noche está por suceder, la navidad volverá a estar en Pompilio un chatarrero que su corazón marchitó cuando apenas era un niño” Tomado de su página de Facebook, https://www.facebook.com/lospantolocos
La Villa de Pazzolina, deriva de un nombre formado por palabras constituyentes “Pazzo en italiano es loco, Follia es locura”. La obra comienza con la entrada de los Gremlis, los duendes realizan una prótasis (ambientación de la obra), el ritmo, las palabras, el movimiento corporal ejercen en el publico una reacción de empatía, dado que, desde el comienzo las acciones de los personajes anunciaban una relación orgánica y espiral de la obra con el espectador, en la cual, por acontecimientos no adrede, se le reconoce como espectador activo que interactuaba con la puesta en escena, intervenciones que los personajes lograron usarlas a su favor gracias a la improvisación y el reposo, rompiendo en varias oportunidades la cuarta pared.
La navidad de los Pantolocos, se puede dividir en tres partes o actos, posee una unidad de tiempo secuencial y causal las acciones son ordenadas y conducen a las siguientes bajo la construcción de las acciones simples, ubicando la obra, según la poética aristotélica, por su forma de imitación y objeto de imitación en drama cómico.
La primera parte o acto, es la prótasis, ambientación e introducción a la obra, que como ya fue mencionado anteriormente, lo hacía los Gremlis, que cumplían la función del coro, característica del drama griego clásico, a través de la narración realizaban la ampliación de la fábula puesta en escena, amplificando del contexto sensible y psicológico de los personajes, interactuaba con los personajes de forma directa pero luego del segundo acto o micro secuencia fue de forma indirecta con el público; cumpliendo con una de las características del coro griego.
El coro, en esta obra de navidad de los Pantolocos, eran aquellos duendes cuentacuentos que en ocasiones cumplían con ser la conciencia de los personajes, su elocución narraba los elementos sensibles y exponían los pensamientos que, a través de la composición musical y el juego de la voz y el ritmo, ocasionaban las transiciones emocionales del público y los personajes, en narración de las mismas, que se resaltaban en el juego de las luces y en la dramaturgia corporal y espacial.
El segundo acto, es la epítasis, donde se desarrollan las peripecias y situaciones que desencadenan la debelación del conflicto en acciones simples, “El personaje (Pompilio), tiene un rechazo hacía la celebración de la navidad en contraposición con de sus compañeros, (Chancho y Vetulia) que, si creen en ella, en especial Chancho que desea celebrarla. Pompilio presenta un carácter de un escepticismo en renuncia al espíritu de la navidad. Esta parte, se puede caracterizar en una gran secuencia a pesar de que no hubo inmovilización de actores extendida, si se amplió las peripecias continúas, dando fuerza al agón central y a la tensión con los elementos materiales, por ejemplo, la pequeña maleta, custodiada por Pompilio deseando que nadie la abriera.
La tercera parte, es la solución de la obra en este caso es la solución del conflicto el personaje Pompilio, a través del efecto de un sueño que tiene, provoca una transición de sus emociones y pensamientos, en esta parte la obra expresó la dianoia, el pensamiento y el sentido de la obra, volver a creer en la navidad en el espíritu navideño que se fundamenta en estar juntos. Pompilio, regaló a sus compañeros aquellos recuerdos y tesoros de su pequeña maleta, disponiendo su corazón, a todo aquello que puede pasar en la villa de Pazzolina, a la locura, al sueño y la esperanza.
Onírico: Se presenta cuando el personaje Pompilio sueña con la perdida de sus amigos, afectando su sensibilidad provocando cambio de emoción y pensamiento, como primera voluntad para solucionar el conflicto, sin embargo, la fragmentación de la acción física no fue tan notoria para determinar o comprender que el personaje Pompilio estaba soñando.
Deux ex machina: Daniel Baena, como creador de este mundo dramático ha procurado recurrir a esté elemento sorpresa como segunda voluntad para solucionar el conflicto del escepticismo de no creer u olvidar la navidad. Elemento generalmente usado en las obras navideñas, ejemplo, en los tradicionales espectáculos de la Noel. Lo que diferencia este recurso usado por Baena, es que la interacción de los personajes con el Deux ex machina es contante con Chancho y depende de su esperanza de celebrar la navidad, de tal forma que así se asegura que el personaje Biancco, el espíritu de la navidad, no desaparezca para siempre. A diferencia del Deux ex machina que se usa como único recurso para solucionar el conflicto o darle fuerza estética como sustento narrativo de la obra. Es decir, que Daniel Baena, haya presentado el elemento sorpresa desde el inicio y lo halla relacionado con la psiquis de un personaje hace que parezca que más una intervención psíquica del Deux ex machina, también como un personaje con propósito y no como mero recurso para finalizar una obra a falta de fuerza y argumentación narrativa.
Hecho social e íntimo. Tuve la oportunidad de realizarle algunas preguntas, al director de la obra, entre ellas, ¿Por qué la obra se sitúa en 1998? A lo cual, él responde- Es la fecha de mi infancia, donde el niño Dios me traía regalos, donde la navidad era un sueño.
Por otra parte, en la obra de la Navidad de los Pantolocos, se expone una situación real que da lugar al tercer puente de la 80 con la 25, en el que, los habitantes del puente hacen uso de las decoraciones que votan sus vecinos, aquellos a diferencia de ellos si tiene que comer en noche buena. Daniel Baena, expone la situación social que se ignora en la exaltada felicidad de la navidad, exponiendo la navidad de aquellos que sueñan con resolver lo vital. La obra presenta a los habitantes de calle, que a pesar de sus infortunios decoran una planta cerca a la quebrada con guirnaldas y la contemplan para sonreír y buscar ese calor de afecto que se hace visible en las festividades, tal vez de forma efímera, aunque, el brillo de la guirnalda y la bola roja rota donde refleja su rostro no les va a solucionar nada. Termina con el propósito de la obra, exponer, que, lo único que ellos poseen son sus cuerpos y su compañía. Propósito estético que nos aleja de típica obra navideña en la que se resalta un asunto ficticio elevando unos principios axiológicos contradictorios a lo que es nuestro contexto.
Elementos escenográficos: Escenografía móvil y práctica apropiada para el espacio que inauguran con esta obra, con el propósito en palabras de Camilo Baena, director de Casa Arte, en necesidad de “volver a lo esencial” .
Licenciada en filosofía, fundadora de Átropos, conversatorio del teatro griego, Casa del Teatro de Medellín, Biblioteca Gilberto Martínez. [email protected]
Fotografías cortesías del director.